El actor vuelve a la senda de las grandes producciones con 'Tenet', cuyo estreno se está retrasando por la Covid-19, y ya se ha metido en la piel de Batman, pero sigue fiel a su papel como imagen de Dior Homme
Hay algo en él de esquivo, de escapista, de intimidad cerrada a la curiosidad ajena. Un poco de James Dean, un poco de Marlon Brando –entre los dos él elige al último–, algún tic de su admirado Jack Nicholson… Ni rastro de la vida de Robert Pattinson en las redes, más allá de múltiples cuentas ajenas que coleccionan sus fotos. “Después de haber conocido el éxito no te fías de la gente y pasas mucho tiempo escondiéndote”, decía hace seis años en el Magazine. Si plegamos ahora el tiempo, como parece que hará en la próxima película de Christopher Nolan, que sigue retrasando su fecha de estreno por el impacto de la pandemia de coronavirus, podríamos deducir que su manera de ocultarse ha estado a la vista de todos, buscando proyectos que fueran en dirección contraria a la fama.
No es un coleccionista de fans. A los 22 años, con la cuenta corriente más que saneada gracias a la saga vampírica de Crepúsculo, se permitió el lujo de hacer lo que le vino en gana, sin explotar su cartel de guapo oficial milénico. Aparcó el romanticismo, ni se planteó visitar esos dramas históricos que tan bien sientan a los actores británicos, se alejó de los focos y empezó a llamar personalmente a los cineastas con los que le interesaba trabajar. Ha rodado a las órdenes de David Cronenberg en Cosmopolis (2012) y Maps to the Stars (2014); de Werner Herzog en La reina del desierto (2015); y de Claire Denis en High Life (2018)…
Entrevista completa en la fuente → lavanguardia.com
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